Hijas del Buen Pastor y de María Inmaculada
¿DOBLE VOCACIÓN? ¿ÚNICA VOCACIÓN EN DOS DIMENSIONES?❤️
☄️Aunque te suene a chino si lees hasta el final lo entenderás.
Nuestra vocación es especial y muy actual. Estamos en primera línea en dos frentes. Eso significa que dada la evolución histórica de la Institución, Dios quiso escribir un mismo camino con dos ramas bien complementadas, que se dan y concretan en nuestra espiritualidad y vida.
Hay personas, que siendo llamadas a la vida religiosa, buscan las misiones, el contacto con las personas, una implicación más «movida». Se diría que tienen vocación a la «Vida Activa». Otras en cambio, sienten un llamado irresistible a buscar a Dios y entregar su vida en el desierto. Allí donde el «silbido apacible», como a Elías profeta, habla al corazón. Se diría de que sienten un llamado hacia la «Vida Contemplativa».
Nosotras, sin embargo, en nuestra vida no tenemos que escoger, ambas cosas fluyen del Corazón Eucaristico de Cristo, que se da «hasta el extremo de la cruz».
SOMOS COMTEMPLATIVAS
Por una lado, nuestra mejor y mayor ocupación, Jesús Eucaristía. A través del Santísimo Sacramento vemos el mundo, sus relaciones, sus dolencias…lo vemos todo bajo el prisma de Él, que decidió quedarse «…todos los días hasta el fin del mundo!
Nuestra Madre, alentando nuestra permanencia y fidelidad en este primer y más importante frente de nuestra vocación nos decía:
«¡Alma de amor! ¡Oasis de fuego! esa es la plena consagración al Corazón Sacratísimo de nuestro Amor Jesús. ¡Oh! cómo el alma que es fuego se le entrega y se abisma en El, que es el Fuego soberano para llamear y arder aún más con llamas divinas. ¡Oh! cómo el alma en este estado para El sólo vive, y su vida es El mismo…
¡Alma de amor! ¿para qué puede ya existir sino para “no servirse de ninguna parte de su ser sino para amarle, honrarle, glorificarle, complacerle, hacerle reinar?”
Tal he de estar el alma así consagrada; divinamente poseída de esa única preocupación que es propia del corazón enamorado para quien todo carece de importancia y apenas presta atención, absorbida por el Amado y los intereses del Amado».
SOMOS ACTIVAS
Por otra parte, tenemos otra trinchera de batalla, otro espacio en el que celebramos y damos gracias a Dios por nuestra vocación doble, tan completa. Ese frente al que nos referimos es el trabajo apostólico, nuestras obras «ad gentes».
«La Iglesia, enviada por Dios a las gentes para ser «el sacramento universal de la salvación», obedeciendo el mandato de su Fundador (Cf. Mc, 16,15), por exigencias íntimas de su misma catolicidad, se esfuerza en anunciar el Evangelio a todos los hombres. Porque los Apóstoles mismos, en quienes está fundada la Iglesia, siguiendo las huellas de Cristo, «predicaron la palabra de la verdad y engendraron las Iglesias». Obligación de sus sucesores es dar perpetuidad a esta obra para que «la palabra de Dios sea difundida y glorificada» (2 Tes, 3,1), y se anuncie y establezca el reino de Dios en toda la tierra» Esto nos dice este maravilloso encabezado del DECRETO AD GENTES SOBRE LA ACTIVIDAD MISIONERA DE LA IGLESIA de Pablo VI.
Ahí y a través del mismo cristalino fulgor, el Santísimo Sacramento, vemos nuestro apostolado como otra dimensión de nuestra perpetua adoración a Jesús Eucaristía. Encarnamos el ideal de Marta y de María, trabajando y estando los pies del Maestro, sin «afanarnos en otra cosa», sino en Él, en darle gloria. ¿Lo sabías?❤️