“En este día de Cristo Rey, en el que hace 34 años de mi Profesión Religiosa, quiero cantar el “MAGNÍFICAT” unida a mi Madre Inmaculada en acción de gracias por el don recibido. Soy esposa de Cristo y esto me llena de gozo. Mi alegría es la de Jesús que me quiso para Sí. Desde mi niñez y juventud me hizo conocer su amor de predilección.
Vivir mi consagración es vivir la alegría del Evangelio, imitar a Jesús en su vida orante, en la vivencia de las Bienaventuranzas, ofreciendo mi vida por la santificación sacerdotal y para que EL reine y que otros sean también fascinados por su Verdad, Bondad y Belleza.
Pertenezco a una Institución religiosa en la que uno de nuestros fines es la Adoración Perpetua, día y noche, a Jesús Sacramentado: “Solo Tú mi Jesús Hostia, eres mi felicidad. Vivo solo para amarte, amarte y hacerte amar” (nuestra M. Fundadora); y vivir la Caridad teniendo muy presente el Mandato Nuevo de Jesús: “Amaos unos a otros como Yo os he amado” Jn 13-34., que nuestra M. Fundadora consideraba como la más preciosa reliquia de Jesús en su Sagrado Evangelio. Esta caridad como ayuda social, actualmente la manifestamos en la atención y cuidado de niños de familias con escasos recursos económicos y de Personas Mayores, a los cuales queremos trasmitir el gozo y la alegría de nuestro servicio por medio de nuestra entrega y consagración a Dios.
Deseo hacer llegar a las jóvenes que esto lean el siguiente mensaje: “Escucha bien: “Si Jesús te llama, no temas, dale tu vida, tu amor, tu corazón con todos sus afectos, proyectos y deseos. EL es el Camino, la Verdad y la Vida. El que nunca defrauda. Si buscas llenar tu vida, en solo JESÚS lo encontrarás todo.
Agradezco una oración para que yo le sea fiel a Jesús en mi entrega hasta el último latido de mi corazón. Muchas gracias». Hª Mª Pilar del Sagrado Corazón
