Mucho ha sido el interés desde siempre por el significado de nuestro escudo. Hoy os explicamos la representación del mismo con las palabras de nuestra Madre Fundadora.
En la parte superior aparece el escudo pontificio representación de la Santa Iglesia, cuya vida y alma es la Trinidad Beatísima simbolizada por el triángulo trinitario en su centro y la representación del Espíritu Santo que la anima.
Las dos bandas o flámulas laterales expresan en palabras inspiradas la vida misma y esencia divina: “Deus cháritas est” ; y la llama que impulsa todo el vivir y actividad de la Santa Iglesia: Cháritas Christi urget nos” .
El escudo superior va unido al inferior por cadena de eslabones, cadena de amor con que a la Santa Iglesia están fuertemente ligadas y unidas las pequeñas víctimas del Amor Misericordioso cuya existencia se pasa en la Adoración Eucarística según lo expresan las palabras que se leen a ambos lados de la cadena: “Adoremus in aeternum Santíssimun Sacramentum”.
El escudo inferior (la corona de Reina y el Ave María simbolizando a la Virgen María, hacen clara alusión al filial amor y entrega marianos que deben impregnar todas nuestras vidas); en este escudo también se representa a Santa Teresa del Niño Jesús, con la estrella y “T” simbólica, empleadas en su Carmen de Lisieux que se destaca en el campo inmaculado de la Reina del Carmelo, María Santísima, en donde brilló esta estrella que ahora envía desde el Cielo los pétalos de sus rosas deshojadas. En las bandas o flámulas de que está rodeado el escudo se expresa el vivir íntimo de nuestras almas en el espíritu y en seguimiento de esta celestial Estrella, espíritu de alegría y alabanza cantando las misericordias del Señor que es Amor Misericordioso,
omo lo expresan las palabras: “Aleluya, Deus Amor Misericors – Laus perennis – in exultatione, aleluya, aleluya”.
En el centro entre ambos escudos y encerrado en las cadenas aparece el ideal y fin de nuestra vida de pequeñas víctimas de holocausto, íntimamente unidas y ofrecidas por el Pontífice y la Santa Iglesia, cuyo fin es el Reinado del Corazón de Jesús Amor Misericordioso. Reinado de la Caridad.
“La paz de Cristo en el Reino de Cristo” – Así aparece en la parte superior del globo, el mundo, que debe de ser Reino de Cristo por el imperio de las tres grandes manifestaciones de su amor siempre para nosotros misericordioso y que aparecen fijadas en Él, en quién debe reinar Crucificado, Sacramentado y abrasado en Caridad, por su Cruz, su Hostia y su Corazón Sagrado. De esa manera resplandecerá para la humanidad “La paz de Cristo en el Reino de Cristo” simbolizada en el arco iris sobre el que se destaca el , , esa paz divina que es la obra, el fruto de la justicia, de la santidad: “Opus justitiae pax”.
(M. María de Dios)