
Estas oraciones, salieron de lo más profundo del corazón de Madre María de Dios, en esos momentos de intimidad con el Señor. En esta ocasión, os mostramos algunas de sus preces pidiendo santas vocaciones.
Santo Trisagio vocacional.
¡Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo!, cuyo amor infinito tan olvidado y aún desconocido tiene supremas exigencias… os adoro, os bendigo y os suplico que vuestra luz y vuestro amor invadan a una legión de almas ofuscadas por el oropel de los goces de la tierra, inspirando a muchas el deseo fervoroso de su vida en consagración plena para el Reinado de vuestra infinita Caridad en todo el universo. Os lo suplico por María Inmaculada y por Ella lo espero. Así sea.
Amorosísimo Padre de infinito poder, triunfad de la resistencia de los corazones y suscitad legión de almas consagradas. Lo suplico por María, tu Hija amada y por Ella lo espero.
Padre nuestro, Ave María.
(Nueve veces) Santo, santo, …, …
Gloria al Padre, …, …
Jesús Verbo adorado, incendia con las chispas de tu Divino Corazón los corazones, arrancando de ellos los vanos amores y terrenas ilusiones, abrásales en tus llamas y conviértelos en apostoles de amor. Te lo suplico por tu Madre y mi Madre Inmaculada y por Ella lo espero.
Padre nuestro, Ave María.
(NUEVE VECES) Santo, santo, …, …
Gloria al Padre, …, …
Espíritu Santo, Espíritu de Amor, Espíritu de luz, Espíritu de Santidad y de Paz, ilumina las inteligencias de muchas almas, regálales la luz del cielo y con ella la gracia de la vocación. Te lo suplico, oh Divino Espíritu, por María tu Inmaculada Esposa y por Ella lo espero.
Padre nuestro, Ave María.
(NUEVE VECES) Santo, santo, …, …
(Gloria al Padre, …, …
ORACIÓN
Señor y Dios mío, Trino y Uno, por María Inmaculada confío en vuestro Poder, me entrego a vuestra Sabiduría y me abandono a vuestro Amor, segura de que atenderéis benignamente mis humildes suplicas a mayor gloria vuestra y Reinado de vuestro Santo Amor. Así sea.