De los escritos de Madre María de Dios:
…El mundo está lleno de locos… los locos con sapientísima locura que son los santos, estos no son muchos; y los verdaderos desgraciados locos que se llaman ateos y los locos más neciamente locos que diciendo que creen con los labios viven muy lejos de ser conscientes con tal fe. Tal es la inmensa mayoría; viven rodeados de una Caridad infinita, de un fuego inextinguible y… están helados ¿Para qué hablar de estos? Solamente para encenderse en celo; es preciso, es preciso dar al Amor compensación de amor. Jesús, Verbo adorado, por quien fueron hechas todas las cosas y sin quien nada fue hecho… en Ti quiero gozarme sin cesar. Quiero la celestial chifladura de tus santos. Quiero arder suavemente en la contemplación de las obras de tu Amor, quiero como verdadera loquilla peorrumpir en cánticos de amor en cada instante, resonar como armoniosa arpa en dulces melodías al contacto de las obras de tu Amor… y aprender, aprender a ser todo bondad como eres bueno.
En el misterio de tu Infinita Caridad no regateas tus beneficios con los infames e ingratos. No niegas el calor del sol, ni el esplendor de su luz a los blasfemos; no aniquilas a los sacrílegos y en cambio les mimas con las mil finezas de tu amor que te plugo crear para nosotros.
¡Oh Amor mío! Quiero ser así, debo ser así, como Tú; Amor y Bondad.
Dar bien a todos, hacer brillar mi sol con todos, todos y deshacerme en tu alabanza.
¿Qué serás Tú, Amor mío, si estas tus obras materiales, las más inferiores, tan magníficas son? Sí, como dice nuestro santo Padre (San Juan de la Cruz): “sólo tu paso las dejó vestidas de hermosura” . Al contemplar estas bellezas, estas obras del Amor, oiga mi espíritu esa canción de nuestro místico cantor:
“Mil gracias derramando/ pasó por estos sotos con presura/ y yéndolos mirando, con solo su figura/ vestidos los dejó de su hermosura” SAN JUAN DE LA CRUZ. (Continuará)
